PORQUE MIS AMORES SON HUELLAS
EN EL LABERINTO DEL RECUERDO
Y NO SÉ SUS NOMBRES.
Las palabras tienen todo el poder del mundo… con ellas ríes y con ellas lloras.
Las palabras nos llevan por laberintos a descubrir un universo de emociones.
En cada minuto descubrimos como nuestros pensamientos se apartan de uno y recorren lo que en ese momento les llama la atención.
Mis pensamientos tienen un camino, tan repetitivo; que se ha gastado y sin embargo sigue descubriendo que creía conocer y sin embargo cada vez que se tropieza con ese sentimiento, lo vive como la primera vez, como si no lo conociera. Se vuelve a impactar con el nuevo sentimiento que se le presenta de otra forma, otra variante.. es un emoción recién nacida… me sorprende, me asusta, me atrae, me intimida, me da vida, me sonrojo y me provoca. Todo y nada.
Son espejismos en lo que invierto mi energía, mis sueños y cachos de mi vida. Me he ido fragmentando en cada emoción, en cada historia. Hoy desgastada invierto las palabras que nacen independiente a mi razón, ellas sólo se conectan con el corazón, viven y sueltan ilusiones que hasta yo las creo.
Palabras que como huellas sigo dentro del laberinto para encontrar del otro lado al ser que provoca esos latidos.
De repente el laberinto se bifurca… me pierdo, no siento que murmuren las palabras, hay un silencio… y mi corazón se estremece, se agita y su
Palpitar me asusta… es tan lento que no alcanzo a respirar.
Despierto y una mano esta pasando por todo mi cuerpo, sin tocarme, sólo se siente el dolor de un calambre y calor que emana de su mano.
Esta imagen me recuerda todas las veces que he perdido la conciencia.
Siempre al despertar con su energía me recibe con un beso: en la frente, en la mano, en los labios, en mis ojos, en mi ombligo, en mis pies.
Y recuerdo… rituales… si…. Eso es. Puntos de energía que se dejan morir ante el dolor de las frustraciones de las emociones… y sólo en ese momento recuerdo que fue por un amor, y en ese momento esa palabra se va al olvido otra vez… y no recuerdo por que estoy acostada en la tierra… me siento agotada he peleado otra batalla… y la reconozco es otra batalla de amor.
Me levanto, respiro hondo y empiezo a caminar dentro del laberinto y veo las huellas claramente… son huellas de olvido… y por cada una que paso se van borrando los besos y caricias… hasta que veo la luz… en ese momento ya olvide otro nombre. Que queda registrado en el laberinto del recuerdo… sus nombres retumban en mis oídos y no veo sus miradas… no las rcuerdo.
29/Agosto/2012
"... emoción recién nacida" esa que nos llena de motivos y enseña a ver la vida desde primera fila. Gracias por compartir.
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